Liquidación Voluntaria de Quiebra

En esta etapa inicial, nuestros abogados revisan en detalle tu estado financiero, incluyendo deudas, bienes y obligaciones. Evaluamos si la liquidación voluntaria es la mejor solución para tu caso o si existen otras alternativas legales que puedan beneficiar tu situación.

Reunimos todos los documentos requeridos, como el listado de acreedores, inventario de bienes, estados financieros y antecedentes personales. Luego, preparamos la solicitud de liquidación voluntaria y la presentamos ante el tribunal competente, cumpliendo con todas las formalidades legales.

Una vez aceptada la solicitud por el tribunal, se designa un liquidador que será el encargado de administrar el proceso. Este profesional gestionará la liquidación de tus activos, manteniendo un registro claro y transparente para garantizar un trato justo para todas las partes involucradas.

El liquidador procede a realizar un inventario exhaustivo de los bienes declarados, verificando su valor y estado. Este paso es clave para determinar cómo se distribuirán los activos entre los acreedores y garantizar la transparencia del proceso.

Los bienes identificados en el inventario se ponen a la venta mediante subasta pública o por otros medios legales. El dinero recaudado se distribuye entre los acreedores de acuerdo con el orden de prelación establecido por la ley, garantizando una liquidación justa y ordenada.

Concluida la liquidación de los bienes y el pago a los acreedores, el tribunal emite una resolución final que declara el cierre del proceso. A partir de este momento, quedas liberado de las deudas que estaban incluidas en el procedimiento, lo que te permite empezar de nuevo con una base financiera limpia.